domingo, 27 de noviembre de 2011

un recuerdo y la paciencia

La paciencia quiere abandonar este lugar, se despide cada cinco minutos y amenaza con desesperarme. Los días pasan con lentitud y las horas muertas.
De fondo suena jazz, acompañante perfecto para otra noche de reflexión. 
La piernas botan inconscientemente, mientras mi mente navega en recuerdos que te señalan : 
- " Pensaste que llegaría tarde, ... pero aquí estoy, he llegado a tiempo para acompañarte hasta    donde me dejes, hasta que decidas enterrarme, con el resto de recuerdos que llevan alcohol, de ese que escuece en las heridas "  
No respondo,...se pasa los días hablándome. Me provoca, esperando a que lo coja del cuello y lo saque a patadas..., pero no sirve de nada, porque cuando parece haberte olvidado, viene por detrás y te habla al oído. Está enfadado : 
- " ¿ Cómo te atreves a tratarme de esa forma ? Yo, que soy recuerdo, yo que hago sangrar tus heridas y las curo con música, yo que soy lo único que nunca dejará de acompañarte. " 
El silencio sigue respondiendo. 
Sigo sentado, callado, con la cabeza apoyada sobre un puño. 
Una mañana, como otra cualquiera, me levanto, preparo mis cosas y me marcho. El recuerdo no me habla,...se ha marchado. Cansado de la ignorancia y el desprecio del dolor que provoca. Me ha abandonado, ya no está en mi cabeza. No puedo recordar que quería decirme. Pero....¿ que era ?, ¿ por que me hablaba ?. 
Ahora camino sin saber que dirección llevaba..., al parecer olvidé el camino . 
Ojalá vuelva. El recuerdo era un guía, una fusta que golpea la montura del noble caballero del destino. 
- " ¿ Ahora necesitas mi ayuda ? ¿ No eres capaz de reconocer el camino ? No pienso ayudarte, solo tu eres responsable de que me haya marchado. La única forma de seguir caminando es RECORDANDO. " 

1 comentario: